lunes, 30 de junio de 2014

Rv: Homilia solemnidad de San Pedro y San Pablo y día del Sumo Pontífice

Homilía del Sr. Nuncio Apostólico, Mons. Emil Paul Tscherrig, en la misa de la solemnidad de  San Pedro y San Pablo y día del Sumo Pontífice
 
29/06/2014 -  Iglesia Catedral Primada de Buenos Aires
 
 
Eminencia, Señor Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de esta Arquidiócesis,
Hermanos Obispos,
Hermanos de otras confesiones y religiones,
Estimadas autoridades civiles,
Excelencias, estimados colegas y miembros del Cuerpo Diplomático,
Sacerdotes y Diáconos, consagradas y consagrados,
Hermanos y Hermanas en Cristo:
 
Nos hemos reunido en esta catedral metropolitana para conmemorar la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Ellos son considerados por los feligreses cristianos como los primeras columnas de la Iglesia universal de Dios vivo, diseminada por el orbe de la tierra (cf. Pablo VI, Misal Romano).  Ambos Apóstoles son los patrones principales de la Iglesia de Roma, donde fueron martirizados entre los años 64 y 67. Pedro fue el primer Vicario de Cristo de quien recibió, como relata el evangelio de hoy, "las llaves del Reino de los cielos". En Pedro y sus sucesores se hace visible  el signo de la unidad y comunión en la fe y en la caridad. Su tumba se encuentra debajo de la basílica de San Pedro. San Pablo, por otra parte, fue escogido como instrumento para llevar el nombre de Cristo a todos los gentiles. Su actividad misionera y su doctrina marcaron por siempre la fe cristiana.
Este es por lo tanto también el día en el cual recordamos de modo particular el sucesor de Pedro que, desde hace poco más de un año, se llama Francisco. Su misión es la de Pedro, eso es profesar ante el mundo que Cristo es el Mesías, el Hijo de Dios vivo (Mt 16, 16). El Papa está llamado a ser el primer testigo de la fe y a confirmar a sus hermanos en ella. El sucesor de Pedro profesa que Dios es la Vida del hombre, Amor y Misericordia para todos. Para hacer entrar a todos en este espacio de vida y amor, el Papa ha recibido las llaves del Reino de los Cielos. Estas llaves no abren las puertas de los reinos del mundo sino hacen entrar en la comunión del Dios vivo, que es Espíritu y Verdad. Las llaves son símbolo del poder de la Iglesia de perdonar, por obra del Espíritu Santo, los pecados de los hombres y reconciliarlos con Dios y entre ellos. Quien cree lo que cree Pedro y se deja bautizar, queda desde ahora miembro del reino de los cielos, participa en la vida de Dios y tiene la promesa que también su carne resucitará en el último día de la historia humana. Es esta vida que anhelamos y que es la corona que recibirá quien, como San Pablo, acepta el desafío del camino de la fe y está dispuesto a pelear "hasta la fin el buen combate" y a concluir su "carrera" conservando la fe (2 Tim 4, 6-8).
La confesión de Pedro es el resultado de un largo camino con Jesús. Caminando Pedro ha descubierto la identidad del Maestro y en un momento importante de este camino profesa su fe y la de sus compañeros.  Pero su camino no termina aquí. Más tarde traicionará al Señor por miedo, y llorando sobre su infidelidad y fragilidad humana recibirá la mirada misericordiosa de Jesús y su perdón. Y será esta misericordia y paciencia sin límites de Dios que después de la resurrección de Jesús anunciará a todo el mundo. Su camino de testigo acabará con el sacrifico de la propia vida.
Al ejemplo de Pedro y de los primeros cristianos el Papa Francisco pide una Iglesia en salida, una Iglesia que supere su autorreferencialidad; que profesando su fe camine con el Señor paso a paso rompe su propio aislamiento y salga con nuevo vigor hacia a los demás y al mundo. El nos invita a salir al encuentro de Cristo resucitado para experimentar la alegría del evangelio. Porque esta "alegría del Evangelio", escribe Francisco al inicio de su Exhortación Evangelii Gaudium, "llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús", y "Quienes se dejan salvar por Él son librados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento" (nº1). Solamente por medio de este encuentro con Dios "llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros para alcanzar nuestro ser más verdadero" (EG, 8). La propuesta de Francisco es dejarnos tocar por el amor de Dios para vivir nuestra vida en un nivel superior que nos permite encontrar a los demás como hermanos y hermanas.
Salir de sí significa para el Papa Francisco aceptar el exilio de nuestra carne, el exilio de Adán que sale del paraíso, el exilio del pueblo de Israel, tantas veces deportado; el exilio de Jesús, privado de todo y que se siente abandonado por los hombres y por Dios. Salir significa por tanto ponerse en camino por los senderos de la purificación que nos habilitan a transformarnos en misericordia y ternura para los hermanos exiliados del mundo. Esta salida de la Iglesia y de cada uno/a de nosotros ha de convertirse en una cultura del encuentro y del dialogo, en el rechazo de la exclusión y la promoción de la justicia que se realiza en el espacio del encuentro y en el caminar juntos. Así, la verdadera vida se juega en el ámbito de la periferia del mundo y de la sociedad, donde tocamos la carne de Cristo en la pobreza y la miseria de los hermanos.
Desde este anhelo de dialogo y de encuentro se explica también la profunda preocupación del Pontífice por la paz. Anunciando un día de ayuno y oración por Siria el 1º de septiembre de 2013, el Papa ha dicho: "La paz es un bien que supera cualquier barrera, porque es un bien de toda la humanidad. Lo repito alto y fuerte: no es la cultura de la confrontación, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino ésta: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo; éste es el único camino para la paz" (Angelus, 1º de septiembre de 2013). Además, los esfuerzos humanos para la paz necesitan la ayuda de Dios, el Señor de la Paz. Por eso la invitación del Papa a acompañar sus iniciativas en favor de la paz con la oración. Con este gesto el Papa no solamente recuerda que la oración es la arma más poderosa del hombre, sino también que Dios es el Señor de la historia. Si nos abrimos a la fuerza de su Espíritu de consejo, de perdón y de reconciliación, Él mismo abatirá los muros de enemistad y de arrogancia que hemos erigido entre nosotros y nos dará un corazón humilde, comprensivo y compasivo. Él preparará nuestros corazones para que la paz sea recibida como un don de Dios a los hombres que aman la paz.
En esta oración por la paz tienen un lugar privilegiado los creyentes de todas las confesiones y  religiones. En un discurso dirigido a los líderes religiosos el Papa ha destacado: "La paz es responsabilidad de todos. Rezar por la paz, trabajar por la paz. Un líder religioso es siempre hombre o mujer de paz, porque el mandamiento de la paz está inscripto en el hondo de las tradiciones religiosas" (discurso participantes Encuentro intern. para la paz, 30.09.2013).
Pero, ¿podemos hacer algo más? – Y Francisco repite: ¡sí, debemos dialogar! Porque "Este valor, este dialogo nos da esperanza. No tiene nada que ver con el optimismo, es otra cosa. ¡Esperanza! En el mundo, en las sociedades hay poca paz también porque falta el diálogo, le cuesta salir del estrecho horizonte de los propios intereses para abrirse a una confrontación auténtica y sincera" (idem). Por lo tanto el líder religioso como el líder político son llamados a ser "auténticos 'dialogantes'". Su función no es la del intermediario que defiende sus propios intereses,  sino su misión es la del mediator quien no se guarda nada por sí mismo, "sino que se entrega generosamente, hasta consumirse, sabiendo que la única ganancia es la de la paz" (idem).     
Esta entrega por la paz y el bien común está también condicionada por la economía, donde Francisco ve la cultura del encuentro amenazada por la cultura del desecho. Para el Papa las raíces del problema están colocadas en la relación que hemos establecido con el dinero, sobre todo en aceptar su dominio sobre nosotros. "¡El dinero, escribe, debe servir y no gobernar!" Y el subraya: "El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética a favor del ser humano" (EG, 58).  
Queridos hermanos, San Juan en su Evangelio llama a Cristo el Logos, eso es la Palabra de Dios. Esta misma palabra griega está a la base de la noción "diálogo". Dios mismo es dialogo, el habla y se hace conocer y nos escucha siempre. En nombre de esto Dios del diálogo y del encuentro el Papa Francisco pide una revolución de la ternura y misericordia en nuestras relaciones personales y sociales. Su pensamiento es, como lo ha definido un teólogo, un pensamiento "zapato", un pensamiento que camina, que peregrina con su pueblo, que sale al encuentro y da inicio a procesos que invitan a caminar, y a descubrir caminando al hermano, las vías de la paz, la fraternidad entre los pueblos y el respeto que debemos a los demás. Los gestos cotidianos del Papa son expresión de esta ternura de Dios que Cristo resucitado quiere regalar a todos. El es la fuerza de vida que ha penetrado al mundo y que, en las palabras de Francisco, hace volver "donde parece que todo ha muerto" los brotes de la resurrección… (Es) Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticia, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto. …Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse". Y finalmente, el Papa Francisco está convencido que "Cada día en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la historia" (EG, 276).
Por lo tanto recemos hoy especialmente por el Papa Francisco que el Señor lo bendiga y lo proteja en su camino y juntos con él pedimos a María Santísima, Madre de Dios y Madre de la humanidad, que nos dé  "la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la paz y la alegría que no se apaga" (cf. EG, 288). Amén.
 

sábado, 28 de junio de 2014

Profanan la Catedral de La Plata: aspectos no contemplados por la prensa


Escrito por: Inés Franck
Hace unos días se difundió por las redes sociales un video, realizado en la Catedral de La Plata, con dos personas diciendo y realizando obscenidades y burlándose de las creencias de los católicos. Una de las personas es una señora ya mayor y la otra es un señor vestido de mujer.
Además de que el video en sí se revela de un mal gusto deplorable, no deja de llamar la atención el hecho de que tan impunemente se haya ofendido a una religión, ingresado a propiedad ajena para cometer actos impropios, y expresado públicamente agravios a Dios y a la religión católica. Hubiera significado lo mismo que el acto se hubiera perpetrado en un templo judío o protestante, en una mezquita o en cualquier otro lugar considerado sagrado. De la misma manera, hubiera sido también aberrante que se hubieran violentado las creencias de cualquier grupo religioso con el único propósito de hacer una especie de escándalo gay. Lo ocurrido es claramente una provocación, además de una conducta con visos de delito penal. Provocación donde los victimarios son los dos protagonistas del video y las colectividades que los apoyan, y las víctimas somos –una vez más- los creyentes católicos.
Resulta sorprendente, entonces, que los grupos LGBT, a pesar de que debieran pedir disculpas públicas por el acto de estas dos personas o bien desligarse del hecho vandálico, se victimicen ofendiéndose por supuestos dichos del Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, que además han sido descontextualizados con evidente mala fe.
En su legítimo derecho, Mons. Aguer encabezó un acto de reparación del espacio sacro violentado por estas personas expresando el agravio que significa la difusión impune de esa filmación, pues se ha violado la libertad religiosa, los valores morales de un gran sector de la población y el recinto destinado al culto; las personas a las que amparan los grupos LGBT, además, han expresado y difundido impunemente agravios, imágenes ofensivas para el pudor más elemental y burlas a la religión. Y no está en juego la condición LGBT que presumiblemente podrían tener estas dos personas; aunque la provocación en el ámbito de una institución que tiene una posición tan característica sobre las conductas homosexuales se torna en ese caso doblemente provocativa.
Sin embargo, parecería que los ofendidos fueran los grupos LGBT. Incluso se acusa al Arzobispo de agraviar a toda una comunidad. Pregunto entonces: ¿qué han hecho ese señor y esa señora que han filmado el video en la Catedral de La Plata? ¿No han agraviado a toda una comunidad? También se acusa a Mons. Aguer de desconocer leyes de la sociedad argentina. También me pregunto: ¿no incurren los grupos LGBT que defienden el hecho vandálico en el desconocimiento básico de la Constitución Argentina (al menos en cuanto a la libertad religiosa y a la propiedad privada), de tratados internacionales con jerarquía constitucional, y de la mayor parte de la legislación en materia de libertades civiles? ¿O acaso las leyes de matrimonio entre personas del mismo sexo y de identidad de género afirman que estos grupos pueden ofender impunemente a la religión católica en cualquier momento y lugar? También dicen que las afirmaciones del Obispo son una afrenta a toda la sociedad argentina: ¿no es esta actitud irrespetuosa y profanadora una afrenta al pueblo católico argentino, y a todas las personas religiosas aunque no pertenezcan al catolicismo? Mons. Aguer no está violando ninguna ley argentina; simplemente, en nombre de toda la comunidad católica, está repudiando un acto vandálico, aberrante y delictivo, ocurrido en un templo sagrado. Afirman los grupos LGBT que van a iniciar acciones legales: yo temo que estemos ante una estrategia de victimización para revertir ante la opinión pública la mala imagen que dejan actos vandálicos como los que se han cometido en la catedral.
Es realmente desconcertante que se pretenda invertir la culpa de lo ocurrido en la Catedral de La Plata. Por mi parte, y a riesgo de parecer ingenua, aún creo en la posibilidad de la convivencia democrática y sigo esperando un pedido público de disculpas de los grupos LGBT que han respaldado estos hechos y han hecho luego tan desafortunadas declaraciones, como correspondería en justicia luego de lo ocurrido.

OTRAS NOTAS SUGERIDAS.

Comienza hoy en Mar del Plata la Semana Social 2014 organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS) de la Conferencia Episcopal Argentina bajo el lema "El Papa Francisco y la cuestión social" que se llevará a cabo los días 27, 28 y 29 de junio en Hotel Intersur 13 de julio de la ciudad balnearia. […]

El culto al Sagrado Corazón de Jesús tiene una rica tradición en la Iglesia Católica y en tal tradición ocupa un lugar muy relevante la Encíclica Haurietis Aquas del Papa Pío XII sobre el Culto al Sagrado Corazón de Jesús que fue publicada en Roma el 15 de mayo de 1956 a los 100 años del decreto de Pío IX donde se extendía a todo el mundo el culto al Sagrado Corazón de Jeús.
La encíclica comienza con la fundamentación teológica, asumiendo las dificultades y objeciones que se han puesto al culto al Sagrado Corazón y respondiendo a las mismas con la doctrina de los papas. La encíclica explica los fundamentos del culto y recurre al Antiguo Testamento. El segundo capítulo de la encíclica aborda este culto en el Nuevo Testamento y la Tradición, incluyendo a los Santos Padres. La encíclica se detiene en el amor divino y humano de Jesús y en su corazón físico, y habla del símbolo del triple amor de Cristo (Haurietis Aquas, n. 15): "es considerado el corazón del Verbo Encarnado como signo y principal símbolo del triple amor con que el Divino Redentor ama continuamente al Eterno Padre y a todos los hombres. […]

Como se ha difundido ampliamente por los medios, en la catedral de La Plata ocurrió un hecho gravísimo que yo califiqué de abominable. Se trata de la profanación del templo, donde se filmó un video en el que aparecía una mujer que se hace llamar "la tigresa de Oriente", vestida de modo indecoroso, que cantaba y bailaba.
Hizo un remedo ofensivo de la confesión y de la Eucaristía; otra persona, que según dicen era un hombre vestido de mujer daba la comunión a la "tigresa", la que cantaba estrofas blasfemas, de carácter erótico sobre el Cuerpo de Cristo. [...]

El Mundial está en pleno desarrollo. Los medios de comunicación social inundan a la sociedad global con informaciones sobre este espectacular acontecimiento deportivo  y, además, acerca de las costumbres y propuestas culturales de los diferentes estados brasileños que son sedes de la competición. El show, que presenta el color propio de la diversidad del gigante de América del Sur, es seguido con atención por millones de espectadores a través de señales de tevé, radios, portales de Internet, Redes Sociales y diarios y revistas. Los Medios muestran el marketing de la industria del fútbol en todo su esplendor y con una cuidada identidad cosmopolita, que construyen con la selección de coberturas sobre las acciones de los 600 mil turistas que llegaron de distintos puntos del planeta. Y que disfrutan, con entusiasmo, las playas, la samba y la alegría característica de Brasil. […]

Deuda externa. Una variable económica que, con frecuencia, inunda el debate político y social de los países en vías de desarrollo. Y el escenario de esas discusiones es la esfera mediática, donde los Medios –que seleccionan los acontecimientos y le dan la palabra a líderes de opinión según sus ideologías e intereses- presentan informes de alto contenido estadístico y técnico pero que dejan de lado, muchas veces, el real impacto que tienen los vaivenes económicos en las personas. Sobre todo, en aquellas que pertenecen a poblaciones vulnerables.
Esta realidad la atraviesan hoy los argentinos. Es que la semana pasada hubo un fallo de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos que obliga al país a pagarle a los denominados "fondos buitre". Y, por eso, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió un comunicado en las últimas horas donde advierte el peligro que esta situación genera con "nuestros hermanos vulnerables". […]

Hemos seguido con atención y preocupación pastoral la situación creada por la deuda externa y sus posibles consecuencias para nuestro país y la vida de nuestra gente, especialmente de nuestros hermanos más vulnerables, tras el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU. Este hecho reclama con urgencia de toda la dirigencia una actitud madura de unidad y responsabilidad para responder, en una justa negociación, a la situación generada.
La cuestión económica es un tema central en la vida de los pueblos, pero siempre debe estar al servicio del bien común, del crecimiento integral de la persona humana y en el marco de la justicia. El orden económico no es independiente del orden social, ambos pertenecen al mundo de la ética y tienen en el hombre su sentido y referencia. Por ello, la economía centrada sólo en la especulación financiera debilita las relaciones, posterga el desarrollo de los pueblos y compromete la equidad del orden internacional (cfr. Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 55-60; 202-203). […]

La liturgia de las horas nos propone un rico texto de San Agustín para meditar en la celebración de la Solemnidad del nacimiento de Juan el Bautista:
"La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado, y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja; celebramos el nacimiento de Juan y el de Cristo.
Ello no deja de tener su significado, y, si nuestras explicaciones no alcanzaran a estar a la altura de misterio tan elevado, no hemos de perdonar esfuerzo para profundizarlo y sacar provecho de él. […]

Al celebrar la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, la Iglesia nos invita a contemplar el don de la Eucaristía. Podemos recordar las enseñanzas del Papa Francisco en su catequesis sobre este sacramento del 5 de febrero de 2014:
"La celebración eucarística es mucho más que un simple banquete: es precisamente el memorial de la Pascua de Jesús, el misterio central de la salvación. «Memorial» no significa sólo un recuerdo, un simple recuerdo, sino que quiere decir que cada vez que celebramos este sacramento participamos en el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La Eucaristía constituye la cumbre de la acción de salvación de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido por nosotros, vuelca, en efecto, sobre nosotros toda su misericordia y su amor, de tal modo que renueva nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos con Él y con los hermanos. Es por ello que comúnmente, cuando nos acercamos a este sacramento, decimos «recibir la Comunión», «comulgar»: esto significa que en el poder del Espíritu Santo, la participación en la mesa eucarística nos conforma de modo único y profundo a Cristo, haciéndonos pregustar ya ahora la plena comunión con el Padre que caracterizará el banquete celestial, donde con todos los santos tendremos la alegría de contemplar a Dios cara a cara. [...]


Festival día del Amigo - 20 de julio

Vení a festejar el día del amigo en el León!...
Promocionalo entre sus amigos y familiares, los esperamos a todos!
--
Equipo Proyecto Bicentenario
Obra Escolar Nivel Primario
Casa Salesiana León XIII




viernes, 27 de junio de 2014

DONAR SANGRE


MI VECINA MARIA TORRES  AYER INGRESO AL HOSPITAL ESPAÑOL, BELGRANO 2975, TEL. 4959-6100, PARA TRANSFUSIÓN DE SANGRE Y PIDEN DADORES DE SANGRE.
DESDE YA MUCHAS GRACIAS Y LLUVIA DE BENDICIONES!!!
ROSITA AFARIAN


Imagen del Evangelio de la semana (Domingo 29 de Junio)




martes, 24 de junio de 2014

Episcopado: Reflexión ante la situación creada por la deuda externa


Servicio de noticias de la Iglesia en la Argentina
Martes 24 Jun, 2014
S U M A R I O
NOTICIAS DESTACADAS
Los obispos, preocupados por la deuda, piden unidad y responsabilidad a los dirigentes
Buenos Aires (AICA): La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió una reflexión ante la situación creada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. El episcopado manifestó, citando al papa Francisco, que la economía centrada sólo en la especulación financiera "debilita las relaciones, posterga el desarrollo de los pueblos y compromete la equidad del orden internacional" y pidió a la dirigencia nacional "una actitud madura de unidad y responsabilidad para responder a la situación generada".


La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió una reflexión ante la situación creada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.

El comunicado del episcopado advierte la "preocupación pastoral" frente a las consecuencias que el fallo podría tener sobre las poblaciones más vulnerables y aseguró que la situación reclama con urgencia de toda la dirigencia "una actitud madura de unidad y responsabilidad para responder, en una justa negociación, a la situación generada".

La comisión ejecutiva del episcopado manifestó, citando al papa Francisco, que la economía centrada sólo en la especulación financiera "debilita las relaciones, posterga el desarrollo de los pueblos y compromete la equidad del orden internacional". No obstante, se mostraron confiados de que "la buena disposición y la competencia profesional de nuestros dirigentes, fuerzas políticas, empresarios, economistas, gremialistas, pueda encontrar un ámbito de diálogo y de trabajo para dar solución a la situación planteada".

"Pedimos al Señor podamos crear las condiciones de encuentro y amistad social que nos permitan crecer y fortalecernos como Nación", concluye la reflexión.

La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina está conformada por su presidente, monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz; el vicepresidente primero, monseñor Virgnio Bressanelli SCJ, obispo de Neuquén; el vicepresidente segundo, monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, y el secretario ejecutivo, monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires. 
Reflexión ante la situación creada por la deuda externa
Hemos seguido con atención y preocupación pastoral la situación creada por la deuda externa y sus posibles consecuencias para nuestro país y la vida de nuestra gente, especialmente de nuestros hermanos más vulnerables, tras el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU. Este hecho reclama con urgencia de toda la dirigencia una actitud madura de unidad y responsabilidad para responder, en una justa negociación, a la situación generada.

La cuestión económica es un tema central en la vida de los pueblos, pero siempre debe estar al servicio del bien común, del crecimiento integral de la persona humana y en el marco de la justicia. El orden económico no es independiente del orden social, ambos pertenecen al mundo de la ética y tienen en el hombre su sentido y referencia. Por ello, la economía centrada sólo en la especulación financiera debilita las relaciones, posterga el desarrollo de los pueblos y compromete la equidad del orden internacional (cfr. Papa Francisco, [c]Evangelii Gaudium
, 55-60; 202-203).

Vivimos momentos en los que más allá de la justa diversidad de pertenencias políticas, la sociedad necesita y espera actitudes y compromisos que expresen la conciencia de ser una Nación. El tema que nos ocupa pertenece a la vida del Estado Argentino. Confiamos que la buena disposición y la competencia profesional de nuestros dirigentes, fuerzas políticas, empresarios, economistas, gremialistas, pueda encontrar un ámbito de diálogo y de trabajo para dar solución a la situación planteada.

Pedimos al Señor, que en este camino "Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad" (2010-2016) que aún estamos viviendo, podamos crear las condiciones de encuentro y amistad social que nos permitan crecer y fortalecernos como Nación. Que María Santísima, Nuestra Madre de Luján, nos acompañe con su protección maternal.

Conferencia Episcopal Argentina. Comisión Ejecutiva. 24 de Junio de 2014.

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Posted: 24 Jun 2014 07:44 AM PDT
29 junio 2014. 13º Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. Mt 16,13-20
El peligro más grave que amenaza a los seres humanos y también a la Iglesia es la tentación de poder. La experiencia de Pedro y Pablo nos invita a anunciar por todo el mundo y a todo el mundo la Buena Noticia de que Dios nos ama. Nos toca dar testimonio de fe hoy y aquí, poniendo a Dios y a la persona en el centro.
 




Día del Pontífice





 
 
 
Domingo 29 de junio
Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo
Día del Sumo Pontífice
 
Santa Misa presidida por el Sr. Nuncio Apostólico en Argentina Mons. Emil Paul Tscherrig
y la participación del Sr. Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Aurelio Poli
 
Recemos por las intenciones del Santo Padre Francisco
 
11.30 hs. Catedral Primada de Buenos Aires

domingo, 22 de junio de 2014

Homilía Corpus Christi 2014

Pan de los hijos.
Pan de la misericordia
CORPUS CHRISTI 2014
 
La fiesta del Corpus celebrada en el mes del Sagrado Corazón, abre generosamente a todos –de manera más abundante–, los tesoros de la misericordia divina, y nosotros hemos venido a decirle a nuestro Padre Dios, que deseamos renovar nuestra condición de hijos, compartiendo la Palabra y el Pan. De esta manera, nos unimos a toda la Iglesia Católica dispersa en el mundo, para rendir homenaje a Cristo e implorar su misericordia.
Esa bella poesía que llamamos Secuencia del Corpus Christi, nos dice: «El motivo de alabanza que hoy se nos propone, es el pan que da la vida». Y también: «Bajo la forma del pan y del vino que son signos solamente, se ocultan preciosas realidades». «Este es el pan de los ángeles, convertido en alimento de los hombres peregrinos, es el verdadero pan de los hijos…»[1].
En esta tarde, como peregrinos en esta ciudad de Buenos Aires, volveremos a tomar el pan de los hijos, de la misma fuente en la que celebramos el memorial del inmenso y sublime amor misericordioso que Cristo reveló en su pasión: la Eucaristía. En ninguna otra realidad humana, Dios en su gran misericordia, pone de relieve el atributo de la divinidad, significada en el Cuerpo y la Sangre de su Hijo amado. Motivo por el cual, San Juan Pablo II nos enseñó que: «La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia –el atributo más estupendo del Creador y del Redentor–y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora».[2] El Papa Santo, que nos visitó dos veces, nos enseñó con énfasis que «Dios que "es amor" no puede revelarse de otro modo si no es como misericordia».[3]
El bautismo nos hizo capaces de recibir, en la fe de la Iglesia, el Cuerpo y la Sangre del Señor, para que al tomarlos recibamos la gracia necesaria para el camino. Sí, nosotros creemos que bajo los signos sacramentales del pan y del vino, se ocultan las insondables riquezas del amor misericordioso, y en cada Eucaristía que celebramos, se abre la fuente de un amor inagotable, para que abrevando en ella, se cumpla el deseo de Jesús de unirse e identificarse con nosotros, saliendo al encuentro de todos los corazones heridos: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».(Jn 6,54).
Cuando Jesús nos dice: «El que me come vivirá por mí» (Jn 6,57), es una persuasiva invitación a compartir su suerte, porque Cristo en cada Eucaristía, nos ofrece su amistad, renueva su alianza, nos acerca su misericordia y vuelve a confirmarnos su opción por la vida, porque «Dios es fuente» (Sal 27,1) y «amigo de la vida» (Sab 11,26). Él ha elegido quedarse con nosotros, oculto detrás de la forma sacramental, pero bien visible en el rostro de los pobres, en los enfermos, en los que están en las cárceles, en el más pequeño de sus hermanos (cfr Mt 25, 40), en fin, en sus predilectos, los que nos dan una oportunidad de encontrarnos con Él, y practicar el amor misericordioso, que nos dejó como mandamiento nuevo. Cada vez que comemos su carne y bebemos su sangre, renovamos el deseo de servirlo como Él se merece en nuestros hermanos. Así, en toda Eucaristía, Jesús se hace prójimo, Buen Samaritano de nuestras debilidades, y en la comunión de su Cuerpo y de su Sangre, renovando su fiel amistad, vuelve a infundirnos la vida de Dios, y con ella, su amor misericordioso, el que nos identifica como sus discípulos. En cada eucaristía el amor misericordioso del Padre desborda todo lo previsible, y se hace virtud que vence a nuestro egoísmo, vuelve nuestro corazón hacia los pobres, nos hace más sensibles al dolor de los demás y nos abre al perdón de los hermanos.
San Juan XXIII, el Papa Bueno, al inaugurar el Concilio Vaticano II, soñaba con que la Iglesia volviera a mostrar al mundo el rostro misericordioso de Dios. Por eso, la presentaba como una «madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella». El Pontífice que tan bien interpretó y nos hizo pensar sobre los signos de los tiempos, nos presentó el rostro siempre nuevo de la «Esposa de Cristo que prefiere usar la medicina de la misericordia más que la de la severidad».[4]
Al participar de las dos mesas, la de la Palabra y la del Pan, hacemos memoria del mandato del Señor que nos invitó a anunciar las insondables riquezas de su amor a todos los hombres: «El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo» (Jn 6,51). Cada Eucaristía se continúa en la misión evangelizadora, y ella lleva, con gestos y palabras, el mensaje de salvación que le viene de su Señor, siendo Él mismo, el primer evangelizador.
El Pan de la misericordia no puede quedarse en manos de unos pocos. Después de tener un verdadero encuentro con el Resucitado, en cada Misa, en cada reconciliación, no podemos guardarnos la alegría solo para nosotros mismos. «Dios que es rico en misericordia» (Ef 2,4), quiere que la fuente de su amor eucarístico se abra a todos los hombres de nuestro tiempo. El encuentro con Cristo eucaristía, suscita en la Iglesia y en cada cristiano la exigencia de evangelizar y dar testimonio. Saca afuera lo mejor de nuestro bautismo: nuestra condición de discípulos misioneros. La Eucaristía no sólo proporciona la fuerza interior y el entusiasmo para dicha misión, sino también, en cierto sentido, su ideario. En efecto, «la Eucaristía es un modo de ser que pasa de Jesús al cristiano y, por su testimonio, tiende a irradiarse en la sociedad y en la cultura en que vive».[5] Para lograrlo, es necesario que cada fiel asimile los valores que el sacramento del amor expresa, las actitudes que inspira, los propósitos de vida que suscita.[6] No tengamos miedo, nos dice el Papa Francisco: «La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio».[7]
La fiesta del Corpus Christi concluye con la adoración del Santísimo. Cuando hagamos silencio para orar, agradecer, pedir, darle gloria e interceder por tantos hermanos necesitados de su amor, ante este misterio grande, misterio de misericordia, pensemos: ¿qué más podía hacer Jesús por nosotros? Verdaderamente, en la Eucaristía nos muestra un amor que llega «hasta el extremo» (Jn 13, 1), un amor que no conoce medida.[8] No se guardó nada: todo lo ofreció sobre el altar de la Cruz, para la salvación del género humano. A nosotros, nos queda el desafío de comprometernos y anunciar el verdadero amor que perdona, consuela y salva.
Les pregunto: ¿quieren evangelizar para compartir el pan de la misericordia?
 
Mario Aurelio cardenal Poli

[1] Secuencia del Corpus Christi
[2] Dives in Misericordia, 13.
[3] Ídem.
[4] Discurso inaugural, 11 de octubre de 1962.
[5] San Juan Pablo II, Mane Nobiscum Domini, 25.
[6] Cfr. Ídem, 24-25.
[7] Evangelii Gaudium, 114.
[8] Cfr. San Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia, 11.

miércoles, 18 de junio de 2014

Salud Susana


Susana (nuestra secretaria parroquial) está internada desde el lunes , hoy está comenzando a comer y está un poco mejor y espera ir a casa en el fin de semana.Encomiendo a sus oraciones e informar a los demás. Raquel la esta supliendo estos dìas.
P. Francisco

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Posted: 17 Jun 2014 10:12 AM PDT
22 junio 2014. El cuerpo y la sangre de Cristo. Ciclo A. Jn 6, 51-59
Todos estamos invitados a participar de Jesús, escuchar su Palabra, compartir su amistad y sentir su fuerza. La Eucaristía es la comida de los que estamos vinculados con Él.
 



sábado, 14 de junio de 2014

El Mundial más popular de la historia y el desafío de contribuir a la “la civilización del amor”


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El mundo futbolero vibra. Mañana -¡por fin!- comienza la XX Edición de la Copa del Mundo en San Pablo, Brasil. El partido inaugural será entre el país anfitrión y Croacia. Y cuando la pelota empiece a rodar, según datos oficiales del Ministerio de Turismo de Brasil, este acontecimiento deportivo será el más popular de la historia y alcanzará a la mitad del planeta. Las cifras metodológicas muestran que cerca de 3600 millones de personas de más de 200 países seguirán, gracias al trabajo de más de 20.000 periodistas, esta competición que reúne a los mejores 32 seleccionados nacionales de los cinco continentes. La gran protagonista para la mediatización, como siempre, será la TV. Y ésta, además de la radio y medios impresos, contará con una legión anónima de dispositivos móviles que inundará las Redes Sociales con emociones singulares y particulares. La redonda, así, tendrá más admiradores que nunca.
La Copa del Mundo es un acontecimiento humano hermoso. Tiene la capacidad de mostrar la belleza de la dignidad humana expresada en diferentes culturas. Que cada persona es única e irrepetible y, a la vez, que debe ser centinela de quienes están más próximas o a miles de kilómetros. Porque la humanidad, en su diversidad, tiene un mismo Padre. Y esto se observa, de modo misterioso, en las emociones compartidas que millones de hombres y mujeres viven de manera simultánea en un mismo momento histórico en un mundo que, a veces, les es totalmente ajeno y distante. Y así los Medios serán mediadores y agentes de comunión para que el fútbol pueda ofrecer mucho "más que un mero entretenimiento", como escribió en 1985 en su libro Suchen was droben ist (Buscar lo de arriba) el entonces cardenal Joseph Ratzinger.
Es que el Mundial, además de entretener, es un evento privilegiado para sensibilizar sobre la importancia de construir una sociedad planetaria más fraterna y solidaria. Más, en tiempos en que el llamado a la paz se hace imperioso por los niveles de violencia étnica y racial que se registran en parte de la comunidad internacional. Y en ese sentido, según informó semanas atrás la Agencia de Noticias ANSA, la presidente brasileña Dilma Rousseff le pidió al Papa Francisco un mensaje para ser leído en la inauguración del campeonato para que éste sea "un himno contra el racismo".
La Santa Sede, en el contexto del campeonato de fútbol más importante del planeta, también apoyará la campaña de Talitha Kum- la Red Internacional de la Vida Consagrada contra la Trata de Personas- que tiene el siguiente lema: "Juega por la vida, denuncia la trata". Esta campaña, según manifestó el cardenal João Braz de Aviz, expresa "la sintonía de la vida consagrada con el sentimiento de nuestro Santo Padre ante este crimen que él mismo ha definido como 'la llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una llaga en la carne de Cristo´'.'
Industria y Bien Común
Es importante también señalar que el Mundial, que se convirtió en una industria financiera con aristas preocupantes (basta con observar las escandalosas condiciones de vida de millones de brasileños en las cercanías de los modernos estadios), puede contribuir además a una cultura del egoísmo desenfrenado. Por este motivo, como enseña la Iglesia que es experta en humanidad, hay que poner de relieve los valores más nobles del deporte y encarnarlos en prácticas que contribuyan al Bien Común.
El deporte -con su capacidad para incluir a las diversas culturas e ideologías- "es una ocasión idónea de diálogo y entendimiento entre los pueblos para la construcción de la deseada civilización del amor", como dijo san Juan Pablo II.
¡Que este Mundial sea un evento de genuina comunión!

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San Antonio nació en Lisboa en 1195 y murió el 13 de junio de 1231. Fue Franciscano y un predicador incansable. Canonizado por Gregorio XI al año de su muerte, se cuenta en cientos los milagros atribuidos a su intercesión. Fue declarado "Doctor Evangélico" por Pío XII  y entre sus sermones, la Liturgia de las Horas nos propone el siguiente:
"El que está lleno del Espíritu Santo habla diversas lenguas. Estas diversas lenguas son los diversos testimonios que da de Cristo, como por ejemplo la humildad, la pobreza. la paciencia y la obediencia. que son las palabras con que hablamos cuando los demás pueden verlas reflejadas en nuestra conducta. La palabra tiene fuerza cuando va acompañada de las obras. Cesen, por favor, las palabras y sean las obras quienes hablen. Estamos repletos de palabras, pero vacíos de obras, y por esto el Señor nos maldice como maldijo aquella higuera en la que no halló fruto, sino hojas tan sólo. «La norma del predicador -dice san Gregorio- es poner por obra lo que predica.» En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana el que la contradice con sus obras. […]

"Por la vida" es el nombre del programa que, conducido por Inés Franck y Nicolás Lafferriere, comienza un nuevo ciclo de emisiones los días miércoles de 22,30 a 24 hs. por Radio María Argentina durante junio, julio y agosto de 2014.
El programa, que comenzó en 2008, se presenta como un espacio formativo para reflexionar sobre los temas vinculados con la vida y la familia, a partir de los hechos de actualidad y tomando como eje las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia y los aportes de las distintas ciencias, especialmente la bioética. [...]

En la Solemnidad de Pentecostés, estamos llamados a invocar el Espíritu Santo para que venga a nuestros corazones y a toda la Iglesia y suscite en cada uno un nuevo ardor por salir hacia los hermanos, la cultura y el mundo para anunciar el amor de Dios Trino. [...]

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